SOPORTÚJAR

La Alpujarra, situada en la falda sur de Sierra Nevada, es una comarca histórica de Granada que goza de gran fama y turismo. Carreteras imposibles y paisajes espectaculares, nos llevan hasta algunos de los que han sido nombrados “pueblos más bonitos de España”. Este es el caso de Pampaneira y Capileira.

Pero la Alpujarra esconde una pequeña joya, oculta y extraña; El pueblo de Soportújar.

Soportújar es un típico pueblo blanco de la Alpujarra. Tiene calles empinadas y bellos rincones repletos de flores. En Soportujar, que significa “lugar de soportales”, tienen una especial representación los “tinaos alpujarreños”. Se trata de una solución arquitectónica que crea espacios cubiertos en la calle, donde usualmente se ubica encima una vivienda.

Pero no es su arquitectura ni paisajes lo que da fama a este pueblo, si no sus historias y leyendas relacionadas con las brujas. Esta comarca de Granada, tras la expulsión de los moriscos, fue repoblada por familias cristianas, muchas de ellas venidas de Galicia.

"Tinao Alpujarreño"

Es bien sabido en Galicia que las brujas no existen, pero que haberlas haylas, y estas buenas gentes, trajeron consigo sus arraigadas tradiciones y conxuros, como la queimada; o su creencia en estas adoradoras del diablo. Desde hace siglos se ha asociado a este pueblo Granadino con aquelarres y hechicerias, hasta el punto que el gentilicio brujo/a, para referirse a estos, es común aceptado en la actualidad.

Para reavivar el turismo en la zona, el ayuntamiento de Soportujar puso en marcha el "proyecto embrujo". Mediante una serie de acciones, se han adaptado lugares del pueblo que históricamente se asociaban con la magia y el esoterismo, para darlos a conocer.

Empecemos por la cueva del ojo de la bruja.

Cueva ojo de la bruja y puente encantado

La cueva está situada a unos 500 metros del pueblo, en la carretera que conduce a él.

Situada al borde de un barranco, y por el que discurre el camino real de Pampaneira, era utilizada en la antigüedad para asustar a los niños del pueblo. De ella se decía que era lugar de reunión de brujas, mantequeros y demás personajes siniestros. Con esto, y como está situada a las afueras, se evitaba que los chiquillos se alejaran mucho del perímetro del pueblo. Un puente de construcción moderna, al que se le ha dado aspecto medieval cruza el barranco y conecta el camino de la cueva con el del cementerio.

Dentro de la cueva se ha instalado una estatua de una joven bruja, y está ambientada con objetos relacionados con la hechicería

Si continuamos la carretera hasta la entrada del pueblo, es imposible no detenernos a admirar el busto gigante de la bruja mitológica Baba-Yaga.

Baba-Yaga es una bruja de las leyendas eslavas. Es un ser cruel y perverso que se alimenta de niños. Vive en una choza, que se levanta sobre dos enormes patas de gallina, y vuela montada en un almirez. Se dice que vive a medio camino entre el mundo de los vivos, y los muertos.

Busto de la bruja Baba-Yaga

Ya en Soportújar existen varios espacios que merece la pena visitar.

El primero de ellos se le ha dado a conocer como “Mirador de El Embrujo” y goza de unas privilegiadas vistas a las montañas circundantes

En la plaza aneja se ha instalado la Fuente de las brujas. Esta fuente representa a una bruja vieja y a su aprendiz, inclinadas sobre una enorme marmita. En esta plaza se realizan diversas actividades, en fiestas, que el pueblo viene celebrando desde hace unos años, como son la noche de brujas, o el "maio embrujado".

El segundo punto y que también es una fuente es conocido como La Fuente del Dragón.

A mí personalmente me ha parecido una pasada, a pesar de su dudoso gusto. Se ha rehabilitado una vieja fuente, que al parecer tenía propiedades afrodisiacas, con la efigie de un dragón de donde mana el agua de su pene erecto.

Por último, si subimos a la parte más alta del pueblo, no encontramos la Era de los aquelarres.

Se trata de otro mirador donde se han colocado diversos “tótems” de objetos u animales, relacionados con la hechicería y las brujas. Estos son; un sombrero de bruja, un grimorio, una lechuza, un gato, un caldero y una calavera.

Se dice que en este lugar tenía lugar el Aquelarre o Sabbath, que es la reunión de brujas por excelencia. En esta festividad, los brujos y brujas adoraban al maligno, mientras bailaban y bebían en desenfrenadas orgías.

También en una caseta cercana se ha instalado otro diorama de una choza de brujas.

Aunque no goza de la fama de otros pueblos brujeriles, como Trasmoz o Zugarramurdi, Soportujar, me ha resultado muy agradable de visitar. Las acciones por parte de la administración son, desde mi punto de vista, muy acertadas para acercar el turismo a este pequeño y perdido pueblo de Las Alpujarras.

Podéis ver más fotos AQUÍ.

Si queréis saber más, la WEB del ayuntamiento, tiene toda la información sobre el proyecto embrujo y festividades que se realizan en el pueblo.