lunes, 16 de septiembre de 2019

LA CUEVA DE LA DONCELLA

La Mariña Lucense, en Galicia, es una comarca costera de la provincia de Lugo. Aparte de por sus playas, es famosa por sus acantilados, puntas, y bellos paisajes.

Entre dos de esas puntas, la Punta de Insua, y la Punta do Cabalo, y muy cerquita de la playa de Abrella, se encuentra la cueva que nos ocupa.
Para ello voy a empezar por relataros la leyenda que se cuenta sobre ella.

Playa de Abrella




“Cuenta la leyenda que le da nombre, que en esta escondida y fría cueva, habita, retenida mediante el conjuro realizado por un rey moro, una hermosa doncella encantada. De rubios cabellos y vestido blanco, cada año, al romper el alba de la noche de San Juan, baja del acantilado para bañarse y peinar sus cabellos con un peine de oro y brillantes. Más creíble es la versión de que era una cueva donde piratas y contrabandistas escondían sus alijos, inventándose la leyenda para alejar a los curiosos.”

[Este relato lo he obtenido VÍA]

Pero, aparte de la leyenda, ¿Qué es lo que hace a esta cueva diferente a las demás? Para descubrirlo vamos a acercarnos hasta el punto que os marco en este mapa.



Hasta donde os indico, es posible llegar con vuestro vehículo. A partir de aquí, un sendero de tierra, nos adentra por un eucaliptal.

Pasado un tiempo, veremos una bifurcación, en la que debemos coger el desvió de la derecha.

Bifurcación. Coger el camino a la derecha


Continuamos la senda prácticamente hasta el final. Cuando estemos cara a cara con el Cantábrico, casi habremos llegado.



La entrada de la cueva es un agujero angosto que se introduce en la tierra. Es muy probable, que pase desapercibido a menos de que sepas lo que estás buscando. También sería normal, que un paseante casual; si es que hasta aquí llegan, pasara de largo por la estrechez de la abertura




Descendemos por el agujero y ante nosotros se abre un túnel. Es preciso caminar en cuclillas, incluso a gatas, los primeros metros. Según avancemos un poco, la cavidad se va haciendo más grande, y la visión del fondo de la cueva más nítida.



Y cuanto más avanzamos, más nos percatamos de que es lo que tiene de especial la cueva.



Se trata de un balcón, de belleza extraordinaria, que mira al mar Cantábrico. La situación entre las dos puntas, con los acantilados y los roquedales, le da un aspecto sobrecogedor.

El tiempo que pasé en este lugar, no deje de pensar en la sensación que se sentirá al pasar la noche en un lugar así, o visitarlo en un día de fuerte tormenta.



Si bien no podría decir que la visita a la cueva sea peligrosa, si se debe de extremar precauciones, si se visita con niños. Es probable que personas con vértigo o claustrofobia, lo pasen un poco mal debido a la estrechez del pasadizo, o la impresión de la caída. No olvidemos que la altura es considerable, y no dispone de barandillas ni otro medio para asegurarnos en caso de despiste.



Para todos los demás espero que disfrutéis de este bello rincón de la costa gallega.

Podéis ver las fotos originales AQUÍ.

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