sábado, 7 de septiembre de 2019

EL ACUEDUCTO DE FERRERES


En España, contamos con la suerte, de tener 15 ciudades designadas por la UNESCO, como patrimonio de la humanidad. Una de ellas es la ciudad catalana de Tarragona, que fue nombrada en el año 2000, debido a sus impresionantes y bien conservadas ruinas de época romana.

Tarragona, llamada Tarraco por los romanos, fue la capital de la esplendorosa provincia romana de Hispania Citerior Tarraconesis. Esta provincia ocupó en su máximo esplendor, dos tercios de la península ibérica, consolidándose como una de las ciudades más importantes del imperio.

Teatro Romano de la antigua Tarraco, en Tarragona



Pero a las afueras de esta ciudad de Tarraco, aguarda uno de sus secretos mejor guardados (y digo uno, porque posee varios), el impresionante Acueducto de Ferreres. También conocido como Puente del Diablo, el acueducto de Ferreres formo parte de una enorme obra de ingeniería civil romana. Abastecía de agua la ciudad desde el rio Francoli, a más de 25 kilómetros de distancia.

Acueducto de Ferreres
Para llegar hasta el acueducto, se puede hacer desde la misma autopista AP-7 en dirección Tarragona. También es posible llegar por la carretera N-240 dirección Valls, antes de llegar al barrio de Sant Salvador.

Yo personalmente recomiendo la segunda opción, pues así podréis pasear por los jardines románticos que diseñaron los hermanos Puig i Valls a principios del Siglo XX.

Jardines románcticos de Puig i Valls
Llegados a este punto, he de deciros que esta zona (ambos parkings), se han convertido en una zona bastante peligrosa; os explico. El acueducto se encuentra a las afueras de Tarragona, por lo que la gente que lo visita, suele hacerlo a la ida o a la vuelta de sus vacaciones. Es decir, con el maletero hasta arriba de maletas y objetos valiosos. Los amigos de lo ajeno, que no son tontos, se han dado cuenta de esto, así que se producen muchos robos en el interior de los vehículos, mientras los turistas visitan el acueducto. Tenerlo en cuenta.

Volviendo a lo que nos ocupa. Siguiendo los jardines,al final llegaremos al Puente del Diablo.



El Acueducto de Ferreres, fué mandado construir por Augusto, mide unos 200 metros de largo, con una altura de 27 metros de alto y es de doble arcada. Pero… ¿en que se diferencia del resto de acueductos europeos? ¿Qué tiene que no tenga el majestuoso acueducto de Segovia? Para contestar a eso lo mejor es seguir subiendo.

Y cuando llegas arriba, te encuentras con tu premio. El Specum (canal por donde discurria el agua), esta abierto y es de paso público, lo que permite cruzar el acueducto de una punta a otra en el barranco de Ferreres.

Desde arriba las vistas son preciosas.


Specum de El Acueducto de Ferreres

Quizás no todo el mundo sea capaz de apreciarlo, pero a mi me parecio una pasada, poder caminar por él. De todos los acueductos que he visitado, es el único en el que se permitia (y es seguro) cruzar, y solo por eso se gano un hueco en mi corazón y en El Diablo Viajero.


Vistas desde el Specum


Os dejo el enlace a mis fotos originales, AQUÍ.


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